Mundo ficciónIniciar sesiónEL PRÍNCIPE:
Puedo sentir la emoción de papá al escucharme, y hasta cómo se pone de pie, listo para venir a verme, pero se detiene.
—Esta misma noche, si quieres, hijo. Yo también quiero verte —contestó enseguida.—No, esta noche no puedo —repliqué, sintiendo un poco de pena—. Voy a París a cenar con mi Sol. Te llamaré cuando regrese. Adiós.—Adiós, hijo. Y gracias por existir. Sentí cómo se desconectaba de mí. Luego me giré para enfrentar a Sirius.—Listo, Sirius. Dime, ¿escuchas lo que pienso? —pregunté enseguida.—No, señor. Nada, eso es muy bueno —sonrió feliz—. Ahora sí, ¿podemos ir a comer?Sirius abrió los ojos con lentitud, mientras la conexión desaparecía y una calma inesperada tomaba su lugar.—E






