El príncipe Erick hará hasta lo imposible para ganarse el corazón de la guardiana Arelis, incluso ignorará las advertencias de la protectora del reino. Pero al ser coronado rey tendrá que elegir entre su pueblo y la mujer que ama, ya que Magia dejo claro que Arelis está prohibida para el joven. Las condiciones de Magia son claras, ella protegerá a los piratas de los pueblos enemigos siempre y cuando sus principios sean cumplidos, Arelis lo sabe, pero comete el error de ignorarlos por el príncipe y las cosas empiezan a salir mal. Sus miedos del pasado aparecen y su mayor temor se encarna al recordar la verdad acerca de su origen. Erick debe luchar contra la maldición pirata y Arelis debe poner sus responsabilidades por encima de sus sentimientos. El destino de ambos jóvenes está claro, amar significa morir y morir es libertad, pero en esta ocasión hay cosas más poderosas que el amor. ¿Renunciaran a vivir por amor o renunciaran al amor para vivir? Todas las decisiones tienen repercusiones... y esta vez no hay decisiones totalmente correctas.
Ler maisSe miró las manos confundida ¿Que estaba haciendo? Tenía un puñal de cristal y lo dirigía a su cuerpo, trato de detenerlo, pero no pudo. No tenía control sobre sus acciones.
Miró al hombre que estaba frente a ella, no lo reconocía, todo era extraño y confuso. Buscó con desespero con la mirada a sus hijos, pero no los encontró. Las lágrimas empezaron a caer de sus ojos al comprender que no saldría con vida de allí.
Sintió el frío puñal entrar en su piel hiriéndola en el abdomen, se miró las manos y vio mucha sangre allí, ella misma se había apuñalado.
El hombre la miró sonriente y le tendió la mano para recibir el arma, ella se la entregó sin decir nada, no podía hacerlo. Su cuerpo se precipitó hacia el suelo, cerró los ojos con miedo. No entendía qué estaba pasando, escucho como se acercaban a ella corriendo y después sintió un insoportable dolor en todo su cuerpo.
¿Qué le estaban haciendo?
Sentía como si le arrancaran la piel. Grito de dolor sin poder detenerlo.
Entre todo el ruido alcanzó a oír el llanto de alguien, intento ver de quien se trataba, pero las lágrimas entorpecieron su visión. Una luz dorada entre toda aquella oscuridad llamó su atención, pertenecía alguien, no lograba ver quien era, pero se sintió aliviada.
-Te amo mamá- escuchó una voz perdida entre el ruido, un llanto silencioso y asustado. Intento estirar su mano hacia la voz, pero su cuerpo dejo de responder y cerró los ojos sin querer hacerlo. Sentía la fuerza menguar. No pudo luchar contra el dolor y dejó que la oscuridad la embarga, respiro una última vez y sintió el frio silencio de la muerte y el alivio después de dolor, un último pensamiento…
Mein... y después nada quedo.
Todo había acabado…
El pecho le dolía, respiro con angustia como si llevara mucho tiempo sin hacerlo, abrió los ojos y la luz le cegó. Miro hacia alrededor no reconocía el lugar ¿Donde estaba? ¿Que había sucedido?-Finalmente has despertado- hablaron desde la puerta, un par de ojos azules lo miraron feliz bajo esa máscara- habías muerto pero ahora estas aqui- se llevó las manos a la cabeza, no entendía nada, se recostó en la cama tratando de recuperarse, todo era tan estraño y tan confuso ¿Por qué estaba con Nakor?El viejo pirata se sentó frente a su cabaña a mirara las gigantescas olas que se aproximaban a la costa, su momento había llegado era consciente. Sabía que todo aquello era su culpa, había provocado que tod
-Samir-Señora - respondió el príncipe poniéndose de pie-¿Dónde está tu padre?- preguntó con curiosidad la reina al ver el trono vacío-Dijo que tenía algo que hacer- respondió mientras le daba la mano a la mujer para que se sentara junto a él- ha estado muy ocupado buscando al pirata y a la guardiana- la reina suspiró cansada y miró al joven con cariño-Algun dia cuando seas rey no hagas lo mismo que tu padre…- dijo acariciando el rostro del príncipe- uno nunca debe arriesgar a la familia por nada, ni siquiera por venganza-Mi padre nos cuida mamá, él no dejaría que nada nos pasara- dij
Arelis se giró con miedo al escuchar la orden del rey Nakor; corrió tomando con fuerza al rey del brazo para que no se quedará atrás y lo llevó hasta la salida. La guardiana había logrado sacar del camino a cada uno de los paganos que se le enfrentaban a pesar de sus heridas aún podía luchar. Arelis sabía que no podría llevar al rey hasta la cabaña, tenía que detener a los paganos y ganar tiempo para que el rey lo hiciera, quedarse atrás podría significar su muerte pero ir con él sería asegurar la de ambos.Arelis subió la colina con prisa mientras dejaban atrás el campamento de los paganos y se giró hacia el rey fatigada mientras le entregaba una espada.-Tiene que irse- le indico girandolo hacia el bosque mientras lo empujaba
Judan salió de la habitación al no ver a Erick por ningún lado, los dos guardianes estaban mirando hacia el bosque con atención y Arelis se veía notablemente preocupada.-¿Dónde está Erick?- Sinor se giró hacia Judan al escucharla, se veía cansada y preocupada-Se fue a buscar a su padre- dijo el guardián-¿Como que se fue?- preguntó aturdida- ¿Y por que se fue solo? Tu debiste haber ido con él- dijo dirigiéndose a Arelis-El me pido que me quedara, mi labor es cuidar de usted y del príncipe- la joven reina se acercó a la guardiana con miedo, no podía permitir que nada le pasara a Erick.-&iques
Judan vio el portal abrirse hasta su habitación, su padre le tomó del brazo y la ayudó a ponerse de pie.-¿Estás segura de continuar con esto?- preguntó el rey-Estoy aun paso de lograrlo papá- respondió con determinación. El rey la ayudó a llegar hasta el portal, sabía que nada de lo que le dijera la haría quedarse, sin embargo espero que en el último instante decidiera no ir, pero Judan cruzó el portal sin girarse. El rey sitio que el pecho volvía a dolerle pero espero hasta que su hija desaparecieron a de su vista y se dejó caer sin fuerza.Arelis vio a la reina cruzar el portal con el bebé en brazos, había logrado llevar a varios guardianes y a la reina hasta la cabañ
Erick escupió sangre, mientras volvía sentir de nuevo el impacto contra su estómago, ya no le quedaban fuerzas ni siquiera de quejarse, escuchó a su padre suplicar que se detuvieran pero aquello solo parecía impulsar para que lo siguieran golpeando, apoyó su frente en el piso y se preguntó cuánto tiempo llevaba soportando eso, espero que lo volvieran a golpear pero en vez de eso sintió que lo sostenían con fuerza de los brazos y lo levantaban.-Mi padre envió por ellos- escuchó decir-Sí alteza- respondió el soldado que lo había golpeado. Erick alzó la mirada con dificultad era la primera vez que algún otro príncipe pisaba el palacio, se preguntó si aquel muchacho era príncipe de los paganos o de los tomareos. Miro al joven
Último capítulo