Mundo ficciónIniciar sesiónSOL:
Me quedé asimilando lo que acababa de decir. Pensé que íbamos a regresar a su castillo, a ser nosotros. La idea de casarnos como humanos, algo tan cotidiano y mundano, parecía surrealista considerando todo lo que habíamos enfrentado. Y, sin embargo, había una dulce serenidad en esa declaración que me llenaba de alegría.
—¿Estás seguro de que podrás vivir bajo el sol? —pregunté con preocupación. No olvidaba lo que había sucedido en la isla. —Sí, ahora no solo soy un vampiro, mi Sol —me aclaró enseguida—. Soy el hijo y heredero del dios del inframundo; puedo convertirme en humano. Papá me dotó de todos sus poderes. —¿De veras? —pregunté emocionada—. Pues busca un castillo y sé el príncipe poderoso que viene a pedir mi mano, ¿s&iacut






