Kariana se integro de maravilla con toda la familia, todos elogiaban lo linda y educada que era, al principio fue muy lindo que la acogieran de esa manera, pero ya después se convirtió en algo molesto.
Mi primo aless se acercó a mí y me dió un par de golpes en la espalda.
— ¿Ella no tiene una hermana? — Me preguntó viendo a karina.
— Si, pero jamás permitiría que saliera con alguien como tú — Él me miró y se rió.
— Te recuerdo que tú, Andreevich y yo somos unos pu+os, el que te hayas casado no va a borrar tu pasado oscuro — Yo mire mal a aless, no me arrepentía de lo que había hecho en mi pasado, pero no podía permitir que algo de eso llegara a los oídos de Karina.
— Yo ya soy un hombre de hogar, ustedes deberían hacer lo mismo, deberías probar estar con una sola mujer, es maravilloso hacer el amor — Aless puso mala cara de inmediato.
— Te escuchas igual que al sacerdote que mi madre invita todos los domingos a casa — Me rei un poco.
— Hablo enserio, es muy hermoso, algun día me darás