Mientras suben las escaleras, Paula está muy nerviosa, su cuerpo tiembla, y es algo que no puede controlar. Hyden lo nota, pero eso no hace que él se sienta más seguro. Intenta disimular lo más que puede, mientras siguen caminando hacia la habitación, donde parece todo muy bien planeado, pues flores, velas, e incluso una bandeja con champaña los esperaba.

—Vaya, parece que en serio querías humillarme.

—¿No te gusta? Estoy cumpliendo con todo lo que pediste, ¿no?

Hyden entra a la habitación y toma la botella, que abre haciendo volar el corcho. Sirve dos copas y una de ellas se la ofrece a Paula. Ella sabe que no puede tomar alcohol por su embarazo, así que simplemente lo ignora, y lo deja con el brazo extendido.

—¿Los papeles de divorcio? ¿Dónde están? —Se adentra en la habitación, notando unas cajas sobre la cama.

—¿Qué hay dentro? —De inmediato pregunta.

—Los papeles de divorcio. —Responde Hyden que toma de una de las copas que sostiene. Paula, sin dudarlo, se abalan