—Hija, no te esperaba. —Le dice el viejo Mackenzie, que recibe a Paula en su estudio, mientras revisa algunas monedas.
—Lamento haber venido sin avisar, abuelo, pero quería notificarte acerca de algo.
—¿De qué se trata?
—He decidido divorciarme de Hyden
—Dijiste que lo pensarías
—No hay mucho que pensar, abuelo. Tu nieto me engañó con Carolina, quien regresó luego de 3 años, por lo que me pidió el divorcio, orillándome a hacer un trato con él en busca de no terminar con mi matrimonio.
—¿Qué trato?
—Eso no importa ahora. Solo quiero que sepas que quiero divorciarme de él, y nada ni nadie me hará cambiar de opinión.
—Es que no entiendo. ¡En qué momento pasó todo esto! —Deja las monedas y la lupa sobre la mesa. —Esa Carolina, ¿qué cree? ¿Qué mi familia es una burla? No te preocupes, mi niña, yo me encargaré de la situación.
—No es necesario, abuelo. Ahora no solo es por Carolina, es porque estoy cansada. El matrimonio no Hyden siempre fue una farsa. Te mentí, te hi