Capítulo 53. Una boda por lo civil
—No se los diré por el momento —respondió Mariana. Cinthia logró decir, pero Mariana, sorprendida.
Sin embargo, Mariana miró a sus dos amigas y les advirtió:
—Y ustedes tampoco van a decir nada por ahora. Ya después, cuando haya pasado el tiempo en que debo estar como sirvienta en la casa de Felipe, se los contaré.
Además —añadió con una sonrisa—, mis hermanos no me dirán nada a mí. Pues ya están acostumbrados a mis locuras.
Luego soltó una carcajada y dijo:
—Felipe es el que debería estar preocupado por esto.
Verónica y Cinthia la miraron y dijeron al unísono:
—Eres malvada.
Mariana, con una sonrisita de inocencia, respondió:
—Si él me quiere de verdad, tendrá que convencerlos y demostrarles que me amará y me protegerá de todo mal y peligro por el resto de mi vida. Y, además, dejarles claro que nuestro matrimonio no es ninguna locura.
Al día siguiente, Felipe y Mariana registraron su matrimonio por lo civil. Mariana llevaba un hermoso vestido de novia, corte princesa, de tul corto, c