Sin embargo, Sofía, al escuchar que Bruno había dicho que Anna había perdido la memoria, logró tranquilizarse y calmarse un poco. En ese momento, soltó un suspiro de alivio. Si habían pasado tres años y Anna aún no recuperaba sus recuerdos, eso significaba que probablemente nunca lo haría. Entonces, esbozó una sonrisa cargada de triunfo.

Pero de pronto recordó algo más que él había mencionado antes de hablar de la memoria y le preguntó a Bruno:

—¿Qué dijiste ahora?

Bruno repitió:

—Ha perdido la memoria en un accidente en España.

Ella respondió con impaciencia:

—Eso no… ¿Cómo la llamaste ahora mismo?

Bruno, con una sonrisa serena, dijo:

—Les presento a mi hermana pequeña y la consentida de la familia: Mariana Smith.

Sofía no podía creer que aquella sirvienta mugrosa no fuera ninguna sirvienta, y que en realidad tuviera más dinero y poder que ella. Entonces pensó: "Con razón ese aire de superioridad conmigo". Luego dijo:

—Pero… ella trabajaba como sirvienta en la mansión de Felipe…

Brun