Capítulo 170. Invitados especiales
El director del penal lo miró, algo asombrado, con la intención de decirle si acaso no veía que aquella mujer ya estaba en los huesos. Pensó que, si le reducían aún más la alimentación, se convertiría en un saco de huesos andante. Pero al final, no dijo nada. Y mejor optó por quedarse callado; después de todo, esa mujer no era nada para él.
Felipe ya estaba en Miami con Sofía, quien estaba emocionadísima, pues él no había desmentido los rumores de la prensa. Ella fue a buscarlo a la sala de reuniones para que fueran a comer juntos, pero él se negó de inmediato, diciendo que tenía mucho trabajo pendiente en el hotel, lo cual no era mentira, ya que desde su llegada se había dedicado por completo al trabajo.
Pero Sofía no se dio por vencida y le propuso que entonces dejaría que les trajeran el almuerzo y comieran juntos allí.
Felipe esta vez no le dijo que no. Solo respondió que incluyera también los almuerzos de todos los que estaban trabajando con él en ese momento, y así todos comían