Capítulo 152. Secuestro de Andrés
Cuando Sofía regresó a la mansión, traía una gran sonrisa en el rostro que no podía disimular. Saludó a casi todos los empleados de la casa con esa misma expresión, lo que hizo que muchos pensaran que, quizás, algo bueno le había pasado durante las horas que estuvo fuera.
Luego se sentó en la sala, justo donde Andrés jugaba con sus juguetes. Lo observó unos segundos en silencio, antes de lanzar la pregunta con una sonrisa suave:
—Te gusta mucho Anna, ¿verdad?
El niño levantó la mirada y respondió sin vacilar, con una sinceridad desarmante:
—Sí.
Ella volvió a hablar:
—Dime algo… si hubiera un accidente de coche, y Anna y yo estuviéramos atrapadas dentro del vehículo… y tú solo tuvieras la oportunidad de salvar a una de las dos… ¿A quién salvarías?
Sofía, antes de enviar aquella información, quería escuchar la respuesta de su hijo.
Te daré una sola oportunidad más… solo espero que sepas aprovecharla y elegir bien, se dijo a sí misma.
Pero para Andrés, aquella pregunta no requería mucha