Capítulo 113. Mentiras Piadosas
Mariana había decidido decirle la verdad, pero se dijo que lo haría por partes y cuando él estuviera de mejor ánimo, ojalá en el momento que le dijera que iba a ir a un concierto con otro hombre, estuviese de buen humor y así no se enojaría tanto con ella.
Había llegado el día del concierto Benéfico y Mariana todavía no le había dicho nada aún a Felipe, que tenía una salida a un concierto esa noche y sinceramente no sabía cómo decirle. Caminaba distraída, pensando en qué decirle a su esposo por no tenerlo en cuenta el día de su descanso, cuando de repente chocó con alguien y cayó al suelo con un estruendo. Ella se quejó al sentir dolor en las manos por la caída.
Y al levantar la vista, se encontró con Sofía, quien la miraba con una sonrisa burlona y una expresión de superioridad. E inmediatamente le dijo: —¿Acaso no miras por dónde caminas? Aunque, pensándolo mejor, ese debería ser tu lugar: siempre a mis pies —dijo Sofía con desdén.
Mariana se levantó como pudo, aun sintiendo el dolo