Capítulo 139. Una tumba
El médico le respondió con calma, explicándole que era común no percibir el sabor de ciertos alimentos en la comida. Pero luego, con seriedad y al mismo tiempo con un alivio palpable en su voz, añadió: No te preocupes. Gracias a la pastilla que te administraron a tiempo, lograron salvar tu vida. De no haber sido así... ya no estarías aquí'.
Fiona levantó la mirada de inmediato hacia donde Mariana estaba de pie, sus ojos llenos de gratitud y asombro. Con la voz aún temblorosa, le dijo: 'Gracias... gracias por salvarme la vida.' Pero luego, sin poder contener su curiosidad, añadió: '¿Cómo supiste lo que me estaba pasando en ese momento?
Mariana le sonrió un poco y le respondió: Yo también sufro de algunas alergias. Siempre llevo mi medicamento conmigo, sin importar a dónde vaya... por seguridad. He aprendido a estar preparada, porque nunca se sabe cuándo puede ocurrir una emergencia.
Fiona volvió a darle las gracias, con los ojos aún brillando de gratitud. Luego, con determinación en su