Capítulo 35. Su única hija
Por el lado de Bianca, después de salir de la habitación donde se había quedado Brando con su tatatarabuelo, regresó al lado de la reina Minerva, pues quería seguir hablando con ella y así descubrir qué tanto sabía ella sobre sus poderes. Ya que desde que llegó, no había hecho otra cosa que hablar sobre los dones misteriosos de la diosa Luna, y, en una de esas, hasta mencionó que el más admirable era el de revertir el tiempo. Ahora que lo pensaba, debía saber algo más de lo que aparentaba, de lo contrario no le hubiera hablado tanto de aquel tema y mucho menos decirle que aquel don estaba destinado a su linaje.
Además, no podía ignorar que su tatatarabuelo había pedido su sangre para salvar a Brando. En ese instante, un pensamiento la estremeció: ¿y si ya habían descubierto que ella era la tercera niña de la profecía? Solo con imaginarlo se le heló la sangre, porque sabía que entonces no la dejarían en paz.
La idea de tenerlos encima todo el tiempo, recordándole lo importante que eran