Capítulo 32. Un sacrificio
—Sí —respondió Brando, un poco escéptico y no sé a dónde quieres llegar con todo esto.
El rey mago volvió a sentarse y le dijo:
—Al menos entonces ella tenía a su compañero para que la oscuridad de su poder no se la tragara por completo y después de pasar unos meses inconsciente, él pudo traerla de vuelta.
—Sin embargo —añadió con voz grave—, si tú no estás de acuerdo con esta profecía y no estás al lado de Bianca para cuando decida actuar, no pasará solo unos meses inconsciente, sino que lo más seguro sea que la diosa Luna la hará desaparecer de este mundo, y para volver a verla tendrán que transcurrir unos diez mil años —tiempo en el que ni tú, ni yo, ni nadie que ella conoció existirá—.
—Así que lo mejor que puedes hacer es dejar que ella se haga cargo de su destino; solo tienes que apoyarla y estar a su lado en cada momento en que ella utilice su poder, para que así la diosa Luna vea la conexión de su destino y no decida llevarse a su hija.
Brando no podía creer que esas palabr