En Brankus, un lugar muy especial viven seres muy diferentes a los humanos; pero a la vez son altamente parecidos a nosotros... Alexander Gallardo nos enseñará a poder enfrentar problemas sin temor alguno, a diario este chico debe de lidiar con su familia y amigos, pero sobre todo cuidar de Brankus y de él mismo. ¿Estará listo para la gran prueba?¿Logrará proteger sus tierras junto con el escuadrón? Muchas cosas se descubrirán... Cosas que podrían llegar a doler mucho.
Leer másEn un mundo muy parecido a la tierra pero con características de vida muy diferentes, se pueden encontrar cosas muy extrañas. Inimaginables cosas que a cualquier humano lo dejaría boquiabierto, tal vez estos seres desconocidos nunca lleguen a pisar nuestro planeta, pero ¿Qué sucedería si nosotros pusiéramos un pie en tierras Brankunianas? ¿Nos respetarían? ¿Nos esclavizarían? O... ¿Nos comerían?
***
Hola, mi nombre es Alexander Gallardo, me puedes llamar Chander de aquí en adelante. Te estarás preguntando ¿Con quién está hablando este chico? Pues verás yo soy un personaje literario que vive en la imaginación de una niña llena de sueños muy alocados, en estos momentos me estoy riendo mucho porque ella crea personajes muy extraños a decir verdad, que yo sepa ella no tiene ningún trastorno mental pero aquí entre nos, es bastante rara... ¡Ah, sí! Disculpa, estaba hablando de mí, no de ella, es que la quiero mucho. Te decía, yo soy un tipo de 20 años, mi vida ha sido muy sencilla hasta ahora, mis papás siempre me han dado lo que necesito, no soy rico pero nunca he trabajado en absolutamente nada, tengo un ligero sobrepeso por comer tanta... Comida o algo así, al salir de clases, mis mejillas son un poco regordetas y rosas al igual que lo demás de mi cuerpo ¿Bullying? No, nunca he recibido, a veces unos cuantos comentarios fuera de lugar pero nada más que eso. Pero en fin, mi físico no es el tema de mi vida, al contrario.
Pero ¿Sabes qué? Mejor te contaré con lujo de detalle lo que me ha pasado desde que existo... Bueno, en la imaginación de Dan...
**Dos años ficticios atrás (que serían como una semana en tu vida, querido lector):
—¿Qué demonios haces? —me preguntó Louis viéndome.
—¿Qué no ves? Estoy desayunando —respondí desde la cocina.
—¡Llegaremos tarde!
—¿Tarde?¿Para dónde vamos? —fruncí el ceño.
—¡¿Cómo que para dónde vamos?! Vamos a entrenar.
—Ah, eso... No iré.
—¿Disculpa? —preguntó casi irónicamente —no te estoy preguntando si irás o no, te estoy exigiendo que te levantes de ahí y tomes el maldito cuchillo para que abras el portal.
¿Te perdiste amigo lector? creo que se me olvidó explicarte esa pequeña parte. Sucede que cuando tomo cualquier objeto corto punzante y hago un línea horizontal y luego la cruzó con una vertical se abre un portal que me lleva a Brankus, un planeta parecido a la tierra; tiene árboles, agua, aire, nubes y todo eso, no hay animales de ningún tipo y... Creo que mejor lo que sigue te lo contaré después... Ah y no me he fumado nada... Hoy.
—Ya te dije que no iré, no tengo ganas de perder contra el zorro ese.
—Por eso tienes que practicar, si no, nunca vas a derrotar ni a un Brankuniano tipo gato.
—Soy Brankuniano tipo Lobo, nosotros no necesitamos practicar.
—No, no eres Brankuniano tipo Lobo, eres un híbrido, no lo olvides idiota.
—Ni li ilvidis idiiti —lo imité, eso siempre le fastidia.
Suspiró con molestia intentando calmarse —escucha hermanito, vas a ir a Brankus, vas a practicar y luego vas a volver aquí para que hagas lo que se te dé la gana ¿Bueno? —me lo dijo de la manera más tiernamente falsa que pudo.
—¿Y yo que gano? —pregunté con la boca llena.
—¿Qué ganas? A ver... Déjame ver... —decía mientras caminaba de aquí para allá —¡Ah, sí! Qué papá no te mande a vivir a Fónix.
¡Ahg! Fónix... El lugar más horrendo en toda la galaxia, dicen que ahí solo viven los más débiles, nunca se puede salir de ahí... Bueno, la única que salió de ahí es Sanarty, consiguió tanto poder que ahora es la reina de todo Brankus... o más bien es la diosa del lugar.
—Está bien... Está Bien... —dije rendido mientras tomaba el cuchillo de sobre mi plato... Ese apetecible cuchillo —¿Tú irás?
—Obvio.
Asentí e hice la cruz en el aire, al instante se abrió un agujero ovalado multicolor que iba desde el techo hasta el suelo, entramos en seguida antes de que se cerrara, se cierra en 10 segundos.
—Aire fresco Brankuniano —dije después de dar un gran suspiro —es lo único que me gusta de este lugar, en la tierra huele a trasero de mono —hice una mueca de asco.
—Es por tu olfato, sigue siendo canino allá, en realidad los humanos no sienten tanto el mal olor del aire terrestre.
—Eso tiene sentido —admití.
—Como sea, conviértete en lobo y vete a entrenar —me dijo viendo a otro lado como si buscara algo.
—Dijiste que también ibas a entrenar.
—Sí, sí, iré al rato. Adiós —dijo y se fue sin decir más.
No presté atención a lo que Louis haría, me convertí en lobo y corrí rápido al campo de entrenamiento, cabe destacar que como lobo seguía teniendo mis kilitos de más (maldita vida).
—Vaya, vaya. Pero miren quien llegó —dijo un Brankuniano tipo Lobo.
—Llegó el mejor de todos, André—dije después de cambiar a mi forma humana.
Hoy el campo de entrenamiento estaba lleno de aprendices de tipo canino: lobos (de cada subdivisión), coyotes, zorros... Entre otros y claro, los más débiles, tipo perro.
—Sí, cómo no —ironizó —que no se te olvide que en cualquier momento pueden llegar los tipo Toro.
Rodé los ojos —los tipo Toro, no van a venir aquí pudiendo ir a otras miles de tierras con mejores cosas que estas.
—Bien sabes que ellos no van por la vida buscando que es lo mejor, lo único que buscan es destruir.
—Dile eso a Sanarty que ha vivido aquí durante miles de años y nunca ha venido un Toro ni siquiera a comer hierva.
—Contigo no se puede, Chander, eres un terco, espero que entrenes lo más posible porque si no...
—Porque sino iré a Fónix... Sí, sí, ya me sé ese sermón de memoria, André.
—Que bueno que no se te olvide —dijo y luego se fue.
Caminé hacia un árbol para sentarme bajo su sombra.
—¡Chander! —escuché que alguien me gritó a lo lejos.
Levanté mi mano saludándola al verla acercándose junto a Frank —¿Cómo están?
—Sahori está hermosa y yo súper guapo —respondió el chico sentándose.
—Él lo dijo, no yo —la chica se sentó también.
—Humildes cómo siempre —ironicé.
—¿Qué te sucede? Te vez como amargado hoy, chico —dijo ella.
Bufé —es solo que Louis y André están presionándome demasiado, solo porque quieren que proteja Brankus junto con el escuadrón y yo ya les he dicho millones de veces que no me interesa esa estupidez.
—No es una estupidez, es por el bien de Brankus, aparte que no se cómo no quieres pertenecer al escuadrón, Sahori está muy emocionada y yo... Quisiera que me tomen en cuenta también —la chica le tocó el hombro con pesar.
—¿Por qué tienes tantas ganas de entrar al escuadrón? Nunca nos van a atacar los tipo Toro, nadie me escucha y es la realidad, ellos jamás van a venir aquí.
—Dicen que hace años llegaron y...
—Hace miles de años —corregí —¡hace miles de millones de años! No volverán a venir.
—Destruyeron todo, Alexander, destruyeron las cuevas, los castillos, mataron a varios tipo tigre... Incluso al rey Trofer.
Reí —El rey Trofer estaba viejo, creo que hasta le hicieron un favor al matarlo.
—Ni siquiera sabes nada —ella negó —los reyes no envejecen, por eso duran tantos años, por eso Sanarty sigue igual que hace miles de años.
—¿Haz visto a Sanarty? —fruncí el ceño
—Sí, la vi el día que nombraron a los integrantes del nuevo escuadrón. Ese día no viniste por cierto —dijo rodando los ojos.
—Estaba viendo un partido de fútbol, no me lo podía perder.
—¿Un partido de qué? —preguntó Frank frunciendo el ceño.
—De fútbol, es una competencia de humanos, gana el que meta más veces un balón en una portería.
—¿Lo hacen por tierras o algo así?
Reí —No, lo hacen por gusto.
Ellos se vieron confundidos —¿Pero se atacan unos a otros o algo así?
—No, nunca se golpean... Bueno, solo a veces pero por accidente, luego le marcan tarjeta amarilla o roja según la falta.
—Eso es raro —Frank rio —¿Por qué te mandaron a la Tierra? Es el planeta más raro de todo el universo. Literalmente.
—No es tan malo... Ahí se come carne de toro.
Ellos se vieron horrorizados —¿¡Estás diciendo que comes toros!? —gritó Sahori alejándose.
Reí —¡Claro que no! Nosotros no nos podemos alimentar de ese tipo de cosas, solo de metales. Pero los humanos sí comen carne de casi todo; vacas, toros, gallinas, cabras. Pero en estado natural o sea esos animales no pueden tomar formas humanas.
—¿También lobos?
—En realidad... Nada canino o felino. No me pregunten el porqué, en realidad no tengo idea.
—¡Qué horror! —Frank se levantó sacudiendo su pantalón —no quiero escuchar más cosas de la tierra, cada día me asustan más, lo peor es que nos parecemos tanto físicamente.
—En realidad sí nos parecemos mucho, solo nos diferencia las marcas.
—Mi marca es la más bonita —dijo la chica levantando su camisa —es rosa en forma de luna ¡Simplemente fabulosa!
—En realidad es muy bonita —admití sonriendo —no como la de Frank.
—Yo no tengo la culpa de que tenga forma de figura obscena.
Sahori y yo reímos —Dice Sanarty que cada marca representa algo especial de nosotros, y nos da un poder, por eso yo puedo hacer que las lunas de Brankus cambien de lugar y de color.
—Y yo puedo hacer que el agua se congele —agregué levantando mi camisa para mostrar la marca en forma de gota de agua.
—Pues yo puedo... Puedo... No sé... Mmh ¿Hacer pipí en abundancia? —Fran se encogió de hombros.
—En la tierra utilizan "eso" también para reproducirse no solo para orinar —le dije divertido.
—¿Para reproducirse?¿Cómo se van a reproducir por el mismo lugar por donde hacemos "pipí"? No seas tan mentiroso. —Sahori rodó los ojos.
Di una carcajada —si supieran lo que hacen en la tierra para reproducirse se morirían del trauma.
Ellos se vieron confusos y asustados.
—¿Qué es lo que hacen? —se atrevió a preguntar Frank.
—Prefiero no contarles, mejor vamos a entrenar —dije levantándome para ayudar a Sahori a que se levantara también.
La chica hizo una mueca de asco—Sí, sí, que no nos cuente, ya hasta se me revolvió el estómago y ni siquiera nos ha dicho. ¡Mejor una carrera a la otra esquina del campo de entrenamiento!
Nos convertimos en lobos al mismo tiempos, casi éramos del mismo tamaño, aunque Sahori era un poco más fuerte que Frank y yo. Comenzamos a correr a toda velocidad pero no llegamos al final porque un chillido extremadamente agudo comenzó a sonar por todo el lugar, paramos en seco por el dolor en nuestros oídos.
Volteé a ver lo que sucedía, no podía creer lo que estaba viendo...
Mi respiracón se acelera y resoplo al notar que el sonido se distorciona levemente. —Ya dejenme en paz, bien saben que se van a arrepentir sino se van de mi vista, malditos idiotas. —La voz de Sanarty suena clara en el altavoz. Todos en su forma humana escuchan con atención bastante confundidos. —Deja en paz a nuestro pueeblo y vete a Fonix, de ahí nunca debiste salir —Freddy suena enojado. Se escucha una risa sarcastica de parte de Sanarty —¡Jah! ¿Desde cuándo debo tú me das ódenes a mí? o peor aún ¿Desde cuándo debo seguirlas? Que no se te olvide que sigo siendo la diosa de Brankus —se escucha un gemido de dolor de parte de ella. —No serás la diosa de Brankus por mucho tiempo más y de hecho creo que nunca lo has sido realmente, una diosa jamás le haría daño a seres de su mundo, seres buenos e inocentes que fueron enredados por tus artimañas y mentiras, no te mereces nada, ni siquiera seguir viviendo, solo has tr
Estoy viendo al frente analizando la mirada de Freddy, es de venganza, es odio que le tiene a Sanarty es tan obvio y no lo culpo ella le desgració la vida, le quitó lo que más amaba, a su familia y yo ahora también la odio por lo que le hizo a Jessie, la chica no le había hecho nada para que le hiciera algo tan malo. —¿Me estás poniendo atención? Asiento —Claro. —Bien, recapitulemos, vas a hacer que la mayoría de brankunianos se acerquen aquí y se coloquen alrededor del castillo, tienen que ser muchas personas y debe ser rápido antes de que Sanarty recupere la conciencia ¿Entiendes? —Sí, entiendo. —Luego haremos que Sanarty se despierte, Sahori se encargará de eso. Frank regresará aquí y... —Wow, un momento, eso no me lo habías dicho, ¿Cómo que Frank vendrá? Él está cuidando de Jessie, no debe venir, debe quedarse con ella. —Necesitamos a Frank, lo que haremos no es un juego y entre más
Estamos Freddy y yo en las afueras del castillo de la diosa Sanarty, es un castillo enorme, hay decoraciones de madera que en la tierra definitivamente costarían una fortuna, hay un jardín hermoso y flores multicolores en cada esquina de este, es definitivamente muy hermoso pero dentro vive el ser más doble cara de todo el universo, una diosa que hace creer a todos que es la mejor de todad las diosas. Estamos a punto de desenmascararla. —Bien, niño, es hora de que demuestres de que estás hecho. —¿De qué habla?—Pregunto al hombre a mi lado y él me ve sonriente. —Vamos a vengar la muerte de mi familia, vamos a vengar todos los abusos que ha hecho esta disque diosa... Pero sobre todo esto lo hago por ti y las nuevas generaciones que no merecen seguir teniendo a alguien así al mando. Asiento decidido —Hagamos lo que tengamos que hacer entonces. Freddy asiente y se convierte en el poderoso zorro que es y yo en un gran
Mis ojos van de Frank a Sahori y de Sahori a Sanarty, esta última tiene un vestido rojo (el típico vestido de diosa que siempre usa) pero esta vez está rasgado y muy dañado, aunque es rojo se nota manchado de sangre, y las partes blancas del vestido como las mangas y el cuello estan teñidas de rojo también. —Sanarty —digo con voz fuerte pero ella solo ríe. —Alexander, mi querido y estúpido Alexander, ¿Qué haces aquí?¿Buscando a tu doncella? —La ironía en su voz es clara. —¿Dónde está Jessie? —¿Quieres ver a tu amiguita?Pues entra ahí y mirala, nadie te detiene. Cruza los brazos sobre su pecho y puedo ver su mirada retandome cada vez más. —¿Qué le hiciste? Hace una mueca de inocencia falsa —¿Yo? Nada, claro que no le he hecho nada, no tengo el corazón tan dañado para hacerle algo malo a alguien. Pero Jessie sí. Me quedo helado ante lo último que dijo y procedo a entrar a la
Respiro hondo y suelto delicadamente a la mamá de Jessie que sigue llorando en mi hombro, entro a la casa sin preguntar nada más y cierro la puerta principal tras de mí. —Señora Brown —llamo su atención. Ella está hundida en sus pensamientos. —¿Qué?—pregunta en tono casi inaudible. —¿Podría explicarme qué es lo que sucede?¿Dónde está Jessie? —Ella está en su habitación, ella está... —su voz se rompe. Asiento y corro escaleras arriba hacia la habitación de la chica, una vez estoy en la puerta dudo un sugundo en si abrirla o no, respiro hondo y la abro de una vez por todas. No hay nadie en la habitación. Busco en el baño y en cara rincón pero ella no está. Salgo de nuevo y voy a la sala de estar donde se encuentra su madre sentada en un sillón, llorando en silencio. —Señora Brown, expliqueme todo, sino, no podré ayudarlas. Me acerco a ella y tomo ambas manos de la mujer entr
Miro al suelo y suspiro, sacudo mi cabeza y levando mi mirada hacia el espejo, estoy en el baño intentando peinar mi cabello pero solo veo un terrible desastre, no se porqué estoy tan nervioso si solo iré a ver a Jessie, ya han pasado dos días desde que fui la última vez, dos días desde que Louis y aun no se donde está. dos días desde que tengo a Sparky escondida en mi habitación y nadie se ha dado cuenta, dos días han pasado desde que le di un puñetazo en la cara a mi padre, tiene el ojo morado. No me arrepiento de nada. —¿Vas a salir? —mi mamá me pregunta desde afuera del baño de mi habitación. —Sí —respondo cortante. —¿Vas a casa de Jessie? —Sí. —¿A qué vas? Ruedo los ojos y hago una mueca de ´´¿Qué le pasa?´´ a mi propio reflejo —A nada en especial —respondo intentando no sonar fastidiado pero no lo logro. —Bien, Sahori me preguntó por ti. Habro los ojos de par en par
Último capítulo