SUICIDIO.
Pasaron varias horas desde que enterraron a Alexander, Sam que seguía durmiendo de repente abrió los ojos y ya estaba oscuro.

Miró a su alrededor con el cuerpo pesado y un poco desorientado, Michael seguía en la habitación junto con Eva que estaba hablando con él.

Cuando la vió susurró.

—Madre?

Eva dejó de parlotear y fue a donde estaba su hijo.

—Te sientes mejor?

Su hijo asintió, después se levantó con dificultad de su cama, Eva le agarró el brazo sujetándole la espalda para que no se hiciera daño.

Luego se sentó encima de la cama, tenía los ojos un poco cerrados y se veía agotado.

—Qué hora es?

Sam se frotó los ojos.

—Casi las ocho.

Sam se destapó mientras decía con calma.

—Pensé que me había dormido mucho, pero parece que me levanté más temprano de lo que había imaginado.

Eva miró a Michael un poco aturdida y después miró a Sam.

—No son las ocho de la mañana sino de la tarde.

Cuando Sam oyó eso abrió los ojos como plato, estaba confundido.

—De la tarde?

Eva asinti
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP