Diego estaba igual o más confundido que Sam, el bosque era hermoso y tranquilo pero no parecía que hubiera gente cerca.
—Eso me dijo madre.
De repente la barrera empezó a verse borrosa como si se moviera, tambaleándose hasta abrirse.
En la barrera se podía ver la entrada al rancho, ahí estaba la abuela y algunas jovencitas que estaba saliendo del lugar para acercarse a Sam.
Cuando Sam la vió se sintió aliviado y corrió a abrazarla.
Él nunca pensó que se alegraría tanto de verla, aunque estuvieron viviendo durante poco tiempo le agradó, y consiguió ganarse su cariño.
—Abuela.
Sam estaba muy feliz y emocionado, la calidez que sentía al abrazarla era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo.
Con la abuela se sentía en confianza y seguro como si la conociera de toda la vida.
Despu&eacu