78. PROMESAS
Elvira lo observó por un instante y luego se acomodó en su asiento, contemplando las luces de la ciudad de Reno que se hacían cada vez más cercanas. Suspiró antes de girar su cabeza para mirar a su novio, quien la observaba con preocupación.
— Elvi, dime que no te arrepientes —insistió Rossi, buscando tranquilidad en su voz.
Elvira le dedicó una sonrisa serena y tomó su mano. Podía ver la mirada ansiosa de Rossi, por eso se apresuró a responder.
— No me arrepiento en absoluto, Rossi. Te lo prometí y lo vamos a hacer. Pero eso no quita que me dé miedo.
Rossi asintió, sintiendo el amor y la determinación de Elvira en sus palabras. La atrajo y besó en los labios suavemente.
—Seré cuidadoso, linda. Nunca te voy a dejar, te lo prometo. Estoy feliz de tenerte a mi lado, Elvi. Hoy es un nuevo comienzo para nosotros.
Elvira asintió con determinación y apretó suavemente la mano de Rossi, pero el miedo seguía latente en su pecho.
— ¿Estás seguro de que tus padres aceptarán que te cases con