224. RAPTO
Todos están felices, olvidados de todo lo demás. Luigi también llega y revisa a Evelin, que poco a poco se vuelve a dormir. Los demás se retiran, dejándolos solos. Gabriel se sienta en el medio de la cama entre Evelin y Bianca, emocionado. No puede dejar de mirarlas, alternando entre Evelin y su bebé que duerme plácidamente. Se ríe emocionado porque al tocar la manita de la niña, ella agarra su dedo y se queda así por mucho rato. Él sonríe solo, lleno de felicidad.
Es interrumpido cuando una enfermera viene a revisar a Evelin, que sigue dormida. Le dice que le entregue a Bianca para que la cuiden.
— ¿Pero no pueden alimentarla aquí? —pregunta Gabriel, quien no quiere separarse de ella.
— Es mejor que la señora descanse hoy. Mañana tendrá a Bianca aquí bien temprano. Nosotros la alimentaremos y cuidaremos bien, no se preocupe.
— Está bien, pero ella está tranquila. ¿No puede quedarse un rato más con nosotros? Ahora vienen nuestros amigos a verla.
— Está bien, terminaré el recorrido qu