Emma no podía ver a la cara a Angelo, habían recién pactado el compromiso pero el embarazo lo cambiaba todo, ahora tenían que terminar, no sería justo para él criar a un hijo que no sea suyo. En la sala de estar, Emmanuel seguía sin aceptar a Rafael, no le perdonaba que sedujera a su hermana y que la hiciera sufrir. La bella joven Rossi que había acompañado al CEO Mendoza para evitar que se volviera a pelear, salió al jardín a tomar un poco de aire, lo que también hizo el CEO Leyva, necesitaba un respiro de toda esta situación tan inesperada. Entonces él empresario la vió ahí admirando las flores, de pronto se acercaba para aspirar su aroma, era como una flor más en ese enorme jardín, pero definitivamente la más hermosa de todas. — Hola, ¿Viniste aquí a tomar aire? — Sin pensar en sus movimientos, el CEO llegó hasta ella. — Oh, no lo escuché llegar. — La chica de cabellos rojo oscuro se sobresaltó. — Discúlpame no era mi intención asustarte, además no te dirijas a mi d
Los padres de Emma bajaron, ellos venían a llamar al CEO Leyva, la pelirroja quería hablar con él. — Papá, ¿Cómo sigue emma? — Ella está bien dentro de lo que cabe, la noticia del embarazo la tiene muy conmocionada, le ha caído como un balde de agua helada, había pensado que no volvería a tener contacto con el padre de su hijo, pero... Ahora resulta que no puede deshacerse de él tan fácilmente. Rafael enarcó una ceja, lo dejó pasar solamente porque se trataba de su futuro suegro. Pero nadie podría hablarle de esa manera. — Por supuesto, soy el padre del bebé. Si alguien tiene que estar aquí soy yo. El niño es un Mendoza, creí que no hace falta decir que voy a pelear por él... Contra quien sea. El CEO Mendoza se veía aterrador lanzando esa amenaza. — Bueno... Angelo, mi hija quiere hablar contigo, por favor sube a verla, tiene algo para decirte. EL CEO Leyva asintió, pero Rafael no estaba de acuerdo. — ¡Por supuesto que no, mi mujer no se va a quedar a hablar a sol
En la sala de estar vieron bajar a Angelo, se imaginaban lo que había pasado Pero aún así lo escucharon. — Me despido, Emma ha roto el compromiso conmigo, lo veo lógico después de que se enterara de que está esperando un bebé. Buena suerte con el padre. Los De León no estaban nada contentos, sobre todo Emmanuel. — Debería ir a sacar a Rafael de la habitación de mi hermana. — Dijo con los dientes apretados. — Espera Emmanuel, ellos tienen que hablar, realmente Rafael solo está intentando hacer lo correcto, solo que tendrá que demostrar que no engañó a tu hermana. (...) Arriba Rafael comenzaba la conversación. — Hiciste lo correcto al romper ese compromiso absurdo con el CEO Leyva, aunque todavía no entiendo cómo fue que en tan poco tiempo ya estabas comprometida con otro hombre. Deberías darme una explicación. — Tu si que no conoces la vergüenza, no tengo nada que explicarte, ahora sal que quiero descansar. — Emma, sabes bien que la paciencia no es mi fuerte, ya t
Los CEOS pronto estuvieron en el aeropuerto, el avión privado de los trillizos rusos ya los estaba esperando. Rafael había puesto su abrigador saco a Emma para cubrirla del frío, apenas subieron al avión la llevó a la recámara que tenía y la dejó descansar. Esperaba que no despertara hasta que estuvieran en vuelo. — Rafael, ¿Explícate por qué dijiste que traerías también a tu bebé contigo? ¿De que bebé hablabas? — ¿De cual va a ser? Del que Emma está esperando, ella se sintió mal y fue llevada al hospital, ahí en los exámenes que le practicaron se dieron cuenta de que está en cinta. — ¡No te lo puedo creer, vas a ser padre! Uno de los hombres más cotizados del país será padre! — Aleksey, estaba sorprendido. — Es mi momento de formar una familia, pero estoy tan molesto, Emma se había comprometido con otro hombre, eso me enfurece, si no he llegado me encuentro con mi mujer casada y mi hijo con otro padre. — Carajo, por poco y lo pierdes todo. — Alexandro comentó. — Y
Emma comió un sándwich y un jugo de naranja, también picó un poco de frutas, su humor después de comer mejoró un poco pero solo con Gisel, ella era muy linda y amable. — Felicidades por el bebé, llegando a la ciudad sería bueno que buscaras a un ginecólogo de tu confianza para que lleve tu embarazo, necesitas cuidados especiales. Saber cómo va creciendo y si tiene el peso adecuado. — Si... Lo haré, aunque todavía no sé si me quedaré, quizás vuelva con mis padres pronto. — Bueno... Con solo ver al CEO Mendoza y lo decidido que está en no dejarte ir. Yo no me haría muchas esperanzas con volver a casa. — ¡Ese salvaje me va a conocer, nunca debió secuestrarme! — No, no debió, pero no me vas a negar que fué muy romántico que luchara contra todos para llegar a ti y traerte de vuelta. — ¿Eso hizo...? — Si, nunca titubeó al respecto, espero poder encontrar un amor tan intenso como el que el CEO Mendoza siente por ti. Emma sonrió un poco, le agradaba mucho saber que Rafa
Se trataba de un tigre atrapando a su presa, el CEO deseaba con locura a esa mujercita que lo había tenido sin dormir por días a causa de su ausencia. El hombre aprisionó en un beso apasionado los dulces labios de la pelirroja, ella quería resistirse, en verdad lo quería, pero su cuerpo reaccionaba a la cercanía y al toque de ese atractivo hombre, Rafael era como un dios viviente, tan perfecto como dominante. — Déjate llevar, estás a salvo conmigo... — No, el bebé... — No te voy a lastimar, seré gentil... Rafael besaba cada parte del divino cuerpo de su mujer, escucharla gemir lo satisfacía, ella era suya, lo seguía siendo aunque estuviera molesta con él. — Rafael... El CEO se enterró en la calida intimidad de Emma, él jadeó dejando escapar un gutural gruñido, si ella se pudiera imaginar lo que significaba para él estar dentro de su suave coño. Con la espalda en las baldosas y sostenida en el fuerte cuerpo de ese hombre que la volvía loca y le robaba la cordura si
Mientras en la enorme, lujosa y elegante mansión Mendoza, Rafael y Emma entraban a la cama para dormir. En otra parte de la ciudad, Serena acudía a una cena de negocios. La bella rubia llegaba vestida en un traje hecho a medida, zapatillas altas y un maquillaje prolijo. — Buenas noches, comencemos con la revisión del contrato, mi asistente les entregará una copa a cada uno, leamos juntos y cualquier duda solo pregunten y se las aclararé. Los probables socios se quedaron impresionados por la belleza y juventud de la señorita que fungía el puesto de vicepresidenta de la importante compañía Ivanov. Se preguntaban si los estaban tomando en serio al haberla enviado a ella y que no llegaran ninguno de los trillizos presidentes. — Señorita Ivanov, ¿No es usted muy joven para llevar y decidir sobre este millonario proyecto? — Uno de los socios no se guardó su opinión. Serena sin inmutarse respondió. — Estoy en este puesto por mérito propio, estoy perfectamente cualificada para
Los dos importantes CEOS se le habían presentado a la señorita Ivanov. Solo que no era este el mejor momento, a ella le molestaba muchísimo que los socios la creyeran una inepta e inmerecedora de su puesto de vicepresidenta. — Por supuesto que no te estoy siguiendo, pero me da gusto verte princesa. — Hmmm... Pues ya me viste, ya te puedes marchar. Los hombres que antes estaban sentados en la mesa de Serena, se quedaron boquiabiertos al escuchar como la princesa Ivanov le hablaba al imponente CEO Montana. Y nadie en su sano juicio podía hacer tal cosa. — Estamos de malitas, ¿Eh? No permitas que estos... Inversores te arruinen el buen humor. De hecho tengo bastante hambre. Ya estoy aquí después de todo. Pediré un salmón al vapor. — El CEO se sentó a la mesa. — Yo también estoy famelico, quiero un salmón a la mantequilla. También quiero un vino, el mejor de la casa. — El CEO Lombardi tomaba asiento, con el cuerpo recorrió a Donovan al fondo del sillón ante la mirada incrédu