Debes evitar que el tío Adriano me asesine, papá.
Después de que Fiorela logró calmar a su esposo, Fernanda subió a su habitación. Cómo no le había enviado mensaje a Alexandro, el CEO se la envió a ella.
— ¿Te quedaste dormida? Te dije que no bebieras tanta campaña.
El hombre estaba en su villa, recién duchado, y con un pijama cómodo puesto, esperaba la respuesta de la joven De Luca.
— No, sigo despierta, solo que bajé a cenar.
— ¿No quedamos en que no bajarías para que el tío Adriano no se diera cuenta de que bebiste de más?
— Ah, eso, él se dió cuenta desde que puse un pie dentro de la mansión.
— ¡¿Cómo?!
— Papá es muy astuto, me estaba esperando para preguntarme por mi cita.
— Bueno... Por lo menos no te castigó. Yo espero que te lo hayas pasado bien conmigo, lo que me lleva a preguntarte, ¿Quieres salir a cenar conmigo mañana?
— Si, lo pase muy bien, y si me gustaría salir a cenar contigo mañana, solo que...
— ¿Qué pasa? ?Dime si hay algún problema? lo solucionaré.
— Cuando mamá me preguntó cómo hab