Estoy enamorado de Emma.
La bella pelirroja quería ser la dueña de ese apuesto hombre, quería sentirlo suyo. De pronto las palabras brotaron de sus labios por si solas.
— ¿Quieres ser mi novio, Rafael?
El CEO jamás en su vida pensó en que se le declararan de esa manera. Mucho menos ella, su hermosa Emma.
— Debes saber que soy un hombre decente, si acepto será como una antesala para que me desposes. No puedes utilizarme y después botarme. Tengo una reputación que cuidar.
Emma sonrió, ese CEO era todo un caso, ella jamás lo dejaría ir, ni lo botaría como si no le importara.
— Prometo que no lo haré, siempre te voy a cuidar y a tu reputación también si aceptas ser mi novio, ¿Qué me respondes?
— ¿Cómo? ¿Piensas declararte así nada más sin ni siquiera invitarme a una romántica cena? Me estoy comenzando a sentir... Barato y usado. — El CEO retrocedió y se mostró indignado.
— Oh... Cariño, no era mi intención hacerte sentir así, ahora mismo reservaré un lindo restaurante, pasaremos una hermosa v