CAPÍTULO 67. La caída de las hijas nobles.
Narrador
Por otro lado, en Tijuana, Ignacia —la hermana mayor de Irina— fue echada de su casa por su esposo. Después del almuerzo con la familia, cuando Miguel divulgó la infidelidad de Irina, Sebastián quedó frustrado y comenzó a hacer comparaciones entre ambas hermanas. Un miedo irracional se apoderó de él, temiendo que Ignacia algún día le hiciera lo mismo que Irina a su esposo, y por esa razón la echó junto a sus dos hijos.
Sin muchas opciones, Ignacia fue al rancho familiar, solo para encontrarse con la dura noticia de que ese lugar ya no pertenecía a sus padres, sino que ahora tenía nuevos dueños. Como último recurso, fue a la hacienda de Miguel con la esperanza de encontrarlos allí.
—Mamá… ¿por qué vendieron el rancho y no me informaron nada? —preguntó, apenas vio a Patricia bajando las escaleras, después de que Lucrecia le avisara que su hija mayor la buscaba, acompañada de sus dos nietos.
—No quería preocuparte con nuestros problemas, querida. Ya tienes suficientes distraccio