Capítulo 218. La tormenta mediática.
Maximiliano Delacroix
El poder tiene un sonido.
No es el de un disparo ni el de una puerta cerrándose.
Es el zumbido constante de los teléfonos sonando al mismo tiempo.
El eco de los noticieros repitiendo tu nombre sin permiso.
La respiración contenida de los que saben que algo está por romperse.
Esa mañana, todo sonaba así.
El televisor del despacho mostraba un collage de canales. Todos con la misma frase:
“Caso Velasco: la testigo Pandora Collins sacude a los Velasco con su declaración.”
A un lado de la pantalla, un analista comentaba que mi empresa había colaborado con el financiamiento de la defensa de Adrián Soler. No decía mi nombre directamente, pero lo insinuaba con una sonrisa satisfecha.
Amy entró sin tocar la puerta, como siempre.
Tenía el móvil en la mano, el cabello desordenado y la mirada cargada de información.
—Acaban de salir más titulares —dijo, sin rodeos—. “Pandora Collins, la mujer que destruyó la mentira de Luciana Velasco.” “La amante que desafió al poder.” Y es