Capítulo 199. No quiero que a mi hija le quiten su héroe.
Maximiliano Delacroix
El ruido de los flashes me siguió desde la acera hasta el vestíbulo de Argentum.
No importaba cuántas veces me enfrentara a la prensa, esa sensación de cacería nunca desaparecía.
Cada lente era un disparo, cada voz una bala.
“Delacroix manipula la justicia.”
“Delacroix encubre a un actor acusado.”
Las pantallas del lobby repetían mi nombre una y otra vez.
El guardia me abrió paso sin decir nada.
Solo me miró como si buscara leer la verdad en mi rostro. Pero la verdad, en este mundo, se compra y se edita.
Edric me esperaba frente al ascensor privado.
Tenía cara de no haber dormido.
—Todos están arriba, señor.
Asentí. No hacía falta preguntar más. Pero aproveché para agradecerle lo del correo.
—Muchas gracias por la información que me enviaste, fue la diferencia para manejar de manera efectiva esa situación… seguro no dormiste en toda la noche. Recuérdame, date un aumento de sueldo.
Edric sonrió.
—Muchas gracias, pero ese es mi trabajo… además, te considero mi amig