Capítulo 196. El precio no lo pagaría solo Adrián.
Maximiliano Delacroix
El poder no siempre hace ruido. A veces se mueve en silencio, como una corriente subterránea que parece dormida… hasta que el suelo tiembla.
Era de noche cuando el teléfono vibró sobre mi escritorio. No era hora de trabajo.
No era momento de llamadas. Y, sin embargo, en mi mundo, los problemas no pedían cita previa.
Edric no solía sonar alterado, pero su voz al otro lado tenía filo.
—Señor, tenemos un problema.
—¿Qué tipo de problema? —pregunté, sin levantar la vista del informe que estaba revisando.
—Uno que empezó como un rumor… y ya está escalando a titulares digitales.
Dejé el bolígrafo sobre la mesa. Cuando Edric decía “rumor”, era porque ya estaba validando fuentes y asegurando daños.
Cuando decía “escalando”, era porque alguien lo estaba usando contra nosotros.
—Háblame claro.
Pausa. El tipo respiró como quien decide si prefiere mentir o sangrar.
—Están diciendo que usted manipuló a un fiscal para facilitar la liberación de Adrián Soler. Que Argentum está