55. Riesgo
Fernando y Altagracia esperan por ella. Azucena no quiere ni caminar, y es su hermana quien se da cuenta que esto no salió como esperaba. Se acerca a Azucena.
—¿Qué fue lo que pasó? —Altagracia pregunta con miedo.
—Lo golpearon, Fernando —Azucena confiesa—. Por favor, tienes que encargarte de esto. Abusaron del poder para lastimar a Rafael. ¡Ellos! —señala al oficial todavía presente en la recepción—. Usted le hizo daño a mi marido con una excusa barata. ¡Tienen que detenerlo!
—No es un lugar para estar, Azucena —Fernando también se dirige a Altagracia—. Me encargaré de todo lo que sucede con Rafael, pero si lo que Altagracia me dijo es real, necesitas testificar y comenzará la investigación contra Marlene. Roberto está con Gerardo. Están con ella. Recuerda que de prueba está sólo tu testimonio. Y un juez pedirá más.
—Lo mismo pienso —Altagracia asiente—. Tenemos que terminar con esto antes que se vuelva un caos. ¿Por qué no vamos?
Azucena no responde. Aunque lo hiciera, su voz no sald