DREW
Mi interior palpita por la invasión de Gray como si un gran
anhelo finalmente hubiera sido llenado. Mis muslos arden por el esfuerzo, y mis pechos están doloridos por sus besos y succiones. Si me mirara en el espejo, estoy segura de que vería marcas rojas por toda mi piel.
Cuando abrí la puerta, él parecía un animal salvaje. Verlo así me rompió el corazón, pero también lo llenó de deseo. Él estaba desesperado, decidido a encontrarme, a salvarme… y luego a follarme.
Finalmente.
Levanto mi mejilla de su pecho desnudo y acuno su rostro.
—¿Pasarás la noche aquí?
El músculo de su mandíbula se mueve como si aún persistiera una pizca de resistencia. Un hilo de miedo se mueve a través de mi pecho, hasta que él asiente. Veo como se quita el jean mojado por sus piernas y los recoge junto con su camisa.
Su trasero es tan hermoso, firme y tonificado. Muerdo mi labio mientras lo veo caminar hacia la habitación de atrás donde se encuentra la lavadora-secadora. Cuando regresa, froto