GRAY
Ver a Drew salir tan rápido fuera del estacionamiento causa algo
en mi interior.
La transmisión de ese auto está en su última etapa, esos neumáticos viejos necesitan ser reemplazados, está empezando a llover, y ella bebió ese margarita demasiado rápido. La vi hacerlo y mi frustración por su comportamiento hizo que mi piel se calentara. Quería cruzar al otro lado del restaurante, recogerla y llevarla a casa como un maldito hombre de las cavernas.
Drew es pequeña, y es una chica. No debería beber así, y no debería conducir en una noche como ésta.
Mi pecho se contrae y troto hacia mi camioneta, bajando el parasol y atrapando las llaves. Respiro rápido mientras recorro las calles tratando de encontrarla. Ese Jaguar tiene un motor V8 y yo manejo un viejo Chevy. Hace mucho que se fue. Mierda.
La tensión irradia a través de mi cerebro, evocando imágenes no deseadas.
Estos caminos son peligrosos.
Veo cuerpos partidos, sangre. Los gritos resuenan en mi cabeza. Detente. Hago mi respiración