XXVII. ¡SORPRESA!

—¡Vaya reunión más tediosa! —me quejé mientras andábamos por uno de los pasillos de la empresa, desde la sala de reunión hasta la oficina de mi hermano.

—Te dije que podías no venir si no querías —recordó Ángel.

Pero yo ahora un adulto, y su empelada, además; así que no podía solo saltarme mis responsabilidades solo porque me aburrían.

—Claro —ironicé—. Porque eso no denotaría irresponsabilidad o falta de interés de mi parte, ¿cierto?

—Eres socia mayoritaria —señaló mi hermano—, no tienen por qué importarte esas nimiedades.

—Pero soy la diseñadora —recalqué—, trabajo para los clientes que asistieron a la reunión. Creo que era necesario estar ahí.

—Y, entonces, ¿por qué rayos

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo