CAPITULO 4

Capitulo 4

El traslado se realizó muy temprano por no decir que prácticamente inmediato después de aquella orden de la madre de Patrick, le pedí a Mauricio que me ayudara con todo lo del funeral de Tatiana.

Tenía un plan, hacerme pasar por muerta por lo que le pedí a una amiga que me ayudara.

— Necesito que le hagas creer a Jhon que yo me morí y que esa va a ser mi tumba — sabía que era una mentira difícil de procesar pero era lo único que me quedaba.

Mi amiga acepto, ella me abrazo — Lo que vas a hacer es por ti y por esa niña así que no te sientas culpable, a la final quizás es la mejor opción que tenías — ella me explico que no debería sentirme culpable de intentar defender a una niña indefensa y mi propia vida pero la mentira me tenía enloquecida.

" En memoria de Jimena Clark"

Así estaba escrita mi tumba, llore mucho mientras Mauricio me abrazaba de la cintura, era una manera de despedirme de mi misma, de despedirme de quién fui y convertirme en alguien mejor, sin miedos.

Al salir del cementerio le pedí a mi amiga que llevara a una hora en específico a Jhon, desde la distancia mientras el automóvil de Mauricio arrancaba pude ver cómo Jhon lloraba y lanzaba tiros al aire viviendo su duelo, había creído todo y eso me daba libertad.

El viaje se realizó en un avión privado de la familia, no saben los nervios que sentía cuando entregué mis papeles como Tatiana en el aeropuerto, todo salió bien.

No deje un solo segundo sola a Juliána pero lejos de ser una abuela normal, Nora, la mamá de Patrick y Mauricio era muy antipática con la niña.

Patrick estaría a cargo de los mejores doctores pero su pronóstico era reservado, así que quizas nunca despertaría del coma, mi idea era esperar a que Juliana cumpliera la mayoría de edad y si Patrick estába aún conectado que fuera ella quién tomara la decisión, era su padre y yo se podía decir que una desconocida.

La mansión era espectacular, hermosa, sacada de alguna revista de fantasía, era la única manera de describir un espectáculo semejante, la belleza del lugar y del entorno.

— Quiero presentarles a Tatiana, ella es la esposa de mi hijo Patrick y por ende la otra señora de la casa, quiero que la traten con respeto y a mi nieta — ordenó Nora.

De inmediato bajo de las escaleras una mujer desarreglada, en sudadera y el cabello alborotado — No puede ser que delante de la servidumbre le des el título de señora a ella y a mi que soy tu hija jamás lo permitiste — estaba muy alterada.

— Porque ella es la esposa de Patrick tu hermano, además tú esposo es un bueno para nada, si el fuera de verdad un buen esposo ya te hubiera comprado una casa de la que puedas decir que eres señora — le recriminó de inmediato Nora.

— Pero soy tu hija, te recuerdo que Patrick solo es un bastardo — la mujer subió las escaleras alterada.

Yo la verdad también me quedé congelada, no sabía nada de lo que decía y no sabía cómo Comportarme en medio de esta situación.

Mauricio de nuevo me tomo por la cintura y me pidió una disculpa, llevaron a la niña a mi habitación, quería seguir durmiendo con ella no quería que estuviera en peligro.

El me llevó hasta la habitación principal, en una silla de ruedas y prácticamente sin sentido estaba su padre — El es tu suegro, es Boris Holmes — me presento delante del hombre y a Juliana, haciendo que el derramara una lágrima.

Boris había sufrido un derrame cerebral muy fuerte que lo había condenado a esta vida, la verdad no sabía la historia de Patrick y lo deprimente de la alta clase social.

—¿Porque tú hermana dijo eso de Patrick?— cuestione mientras Mauricio me daba un pequeño tour por la casa.

— Mi hermano, es solo hijo de papá, él tuvo una aventura con una mujer quedó embarazada y murió en el parto así que papá lo cuido desde que era un bebé, pero mamá siempre lo vio como la señal de esa infidelidad, Patrick no soporto la tensa convivencia y se fue a seguir su camino — Mauricio parecía que no tenía nada que ocultar y me gustaba la manera en la que me decía las cosas.

Caminé un poco, se presentó ante mi Luna, la empleada que había designado Mauricio exclusivamente para mí, quizás unos 2 años menor que yo.

— La verdad es que no necesito mucha ayuda pero para que no pierdas el trabajo te pediré cosas mínimas — sonríe mientras ella me ayudaba con mi maleta.

— Pensé que usted nunca iba a venir, el señor Patrick no quiere mucho a su familia, en especial a su madrastra, ella lo detesta desde que se leyó el testamento del señor Boris — dijo Luna que parecía estar muy bien informada de lo que sucedía.

—¿De que hablas?— le cuestione de inmediato.

— El señor Patrick es el dueño de todo, y si él no puede sus hijos es decir la niña Juliana, hubo muchos conflictos entre el señor Boris y la señora, así que este le dio esta cachetada de guante blanco — me explicaba la joven mientras me hacía la cama.

Yo me quedé helada, quizás era normal lo que estaba diciendo sobre el dinero pero recordé lo que me dijo Tatiana, que quizas este había sido el detonante del atentado.

— Pero no entiendo, ¿Porque no le dejo nada a sus hijos legítimos? Y sin Patrick¿Como es la distribución del dinero?— estaba temblando.

— Hasta donde se, el señor Mauricio se sigue haciendo cargo de todo, pero realmente teniendo en cuenta el estado de salud del señor Patrick la heredera es la bebé Juliana — sonrió la empleada que se retiraba para preparar la mamila.

No sabía que pensar, quizás habia metido a Juliana en la boca del lobo o tenía que cuidar sus intereses, ya tenía una fuerte jaqueca con todo esto.

Llegó la noche...

Era la hora de la cena, le pedí a Luna quedarse con la bebé todo el tiempo hasta mi regreso, tenía que cuidarla.

Al bajar en la mesa se encontraba Nora en el centro de todo con esa actitud déspota, Mauricio que me señaló mi asiento, en frente de mi estaba la mujer del escándalo de la mañana que ahora sabía se llamaba Paula y era la hija menor de la familia y un hombre bastante desagradable de nombre Joaquín que era el esposo de Paula.

Lo primero que sirvieron fueron unos caracoles muy extraños, la mesa estaba llena de unas pinzas, intenté comer imitando, pero lo único que hice fue hacer que los caracoles salieran del plato.

Nora soltó una sonrisa burlona — Nunca has comido Escargots — sonrió con malicia.

Mauricio gentilmente tomo mi plato y me enseñó con delicadeza y caballerosidad como debía hacerlo.

— La verdad considero que lo mejor que podemos hacer como familia es tener seguridad, lo que le pasó a mi hermano es muestra que no estamos protegidos — dijo Paula mientras agachaba la mirada.

— Deja de decir cosas que son obvias — abrió los ojos Joaquín y ella se quedó en silencio, imaginaba que así era mi vida con John.

Siempre me corregía o me trataba de tonta, siempre me hacía sentir mal conmigo misma — Nunca hay cosa obvias, toda opinión es valiosa — respondi mirando a aquel hombre a los ojos, un reflejo de Jhon en todo su esplendor.

— Por ahora mi hijo se encargó de contratar escoltas para todos, además Juliana y su madre se quedarán en casa y ocuparán el lugar que les pertenece en este lugar, hasta que se defina la situación de Patrick — Nora era la manda más, la autoridad.

Al terminar aquel momento incomodo regrese a mi habitación y me quedé con la niña, era tan frágil que debía protegerla como fuera.

Escuché ruidos afuera y salí, era el señor Boris que había salido con la silla de ruedas de su habitación, la verdad es que no hablaba, solo miraba a un punto fijo pero llegabas a creer que te escuchaba.

Lo lleve de regreso a su habitación, lo acosté en la cama y lo arrope, sentía algo de lástima por el, se veía que estaba sufriendo en ese estado, imagine que era un hombre muy vivaz que había quedado en ese estado de shock por un evento fuerte.

Supuse en ese momento que estaba buscando a su esposa, así que baje de inmediato para buscarla pero la sorprendida fui yo, estaba en el estudio, Nora estaba sobre su escritorio semidesnuda mientras Joaquín, el esposo de su hija tenía los pantalones abajo.

Los dos me miraron fijamente nerviosos, mi reacción fue cerrar la puerta y salir corriendo hasta mi habitación.

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