CAPITULO 3

CAPITULO 3

Mis manos estaban temblando, sabía perfectamente que nadie de la familia de Patrick conocía a su esposa, el jamás había querido compartir una foto de su hija o de su esposa, lo sé porque el mismo me lo dijo en medio de una larga conversación.

— Lo siento Tatiana — me abrazo con todas las fuerzas de su corazón, Mauricio se derrumbó en mis brazos mientras yo lo calmaba la verdad el estaba muy afectado y yo también porque no sabía cómo enfrentar está mentira.

Mauricio tenía un olor varonil que entró por mis fosas nasales y mi cerebro dio mil vueltas gracias a él, suspiré.

— Lo siento también, es tu hermano — suspiré.

—¿Quien es la mujer?— me preguntó el médico —¿Es su familiar?— cuestiono.

— Era Jimena... Ella era mi niñera, ellos dos estaban en el automóvil esperando para llevar a la niña a una revisión — no podía creer en que momento tenía la imaginación y los cojones para decir una mentira de este calibre pero ya lo había hecho.

Mauricio me besó la mano y se quedó mirando mi anillo de bodas — El tuvo que elegirlo con mucho amor para ti — me limpio las lágrimas.

Fuimos por Juliana que estaba en una guardería del hospital cuidada por la enfermera, la verdad es que en ese momento me derrumbe, no podía creer que mi vida estuviera dando un giro como este. 

— Desde hoy vas a tener la protección de la familia, la verdad creo que es lo mejor — Mauricio estaba a mi lado y me pedía irme con el pero recordé las palabras de Tatiana no era la mejor opción.

La policía llegó para tomar indagatoria, de inmediato Mauricio me defendió, le pidió que hablaran con el abogado de la familia.

— Perdió a su niñera y mi hermano está en coma, creo que ella necesita un poco de descanso antes de poder hablar de este tema — Mauricio estaba dándome su apoyo, su protección y me dio seguridad.

— Solo queremos investigar este caso, es evidente que fue una represalia y teniendo en cuenta que su familia es una de las más poderosas del país le recomiendo que use seguridad para la señora Tatiana y para el resto de su familia — dijo el policía antes de irse pero me pidió asistir para dar mi versión .

Tenía miedo ¿Si se daban cuenta que no era Tatiana?, Seguir con esta fachada me iba a costar demasiado.

— No, la verdad es que prefiero irme a mi casa, te agradezco tu oferta pero no creo que sea conveniente vivir en tu casa — fue mi respuesta definitiva a Mauricio, sabía que ellos vivían fuera de la ciudad.

Esperamos un largo rato, el médico se acercó de nuevo a mi.

—Usted es la viuda del señor Patrick, así que debe tomar una decisión difícil, creemos que lo mejor es desconectarlo, es muy probable que no despierte pero nuestra labor es esperar que usted tome una decisión — El médico me explico que las posibilidades de su regreso eran mínimas.

Yo no me sentía en el título y lugar de tomar esa decisión, era el padre de Juliana y aunque éramos muy buenos amigos no podía decidir sobre su vida.

— Desconectelo, mi hijo no puede quedarse como un vegetal, yo soy su madre y creo que puedo tomar esta decisión mejor que una esposa — se acercó una mujer muy elegante ya entrada en años, por supuesto que era la suegra insoportable de Tatiana.

— La decisión es mía señora — le aclaré de inmediato y la mire con rabia por su atrevimiento.

— Repito, mi hijo no merece vivir así, creo que lo mejor es desconectarlo — la mujer se paró en frente de mi —¿Con que eres tú? La mujer insignificante por la que Patrick dejo todo — me miró de arriba a abajo con desdén y algo de rabia, no sabía porque me odiaba pero era claro que lo hacía.

— Señora, su hijo era un hombre casado y en esos casos es la esposa quién debe tomar la decisión — le explicó el médico.

— Quiero que siga vivo, se que va a despertar — mire al médico con lagrimas en los ojos, la verdad es que sentía que yo no era la indicada para dar esa orden.

Me aleje de la mujer que discutía, no quería escuchar nada de ella, estaba viviendo mi duelo y mi supuesta nueva vida como Tatiana.

— Lamento el comportamiento de mi madre, ella siempre quiere imponer sus decisiones por encima de todos — Mauricio me pasó un vaso de agua — Gracias por no desconectar a mi hermano — me dio una caricia en la mejilla.

— No se que voy a hacer, la verdad me siento presionada — Tomé aire por la boca intentando procesar mi propia respiración.

— Tienes que tener la certeza que te voy a apoyar, se que mi familia parece algo desquiciada pero te vamos a cuidar — Mauricio seguía insistiendo para que me fuera a vivir con el, la verdad es que no sabía si era buena idea pero quería tener un plan B.

Decidí ir a casa, tenía miedo de dejar a Juliana con ellos así que le pedí a la enfermera que la tuviera en la guardería, además creo que la mamá estaba más interesada en conseguir la manera de desconectar a Patrick que de cuidar de el, tenía que preparar todo.

Al llegar al departamento las imágenes regresaron a mi cabeza, no tendida tranquilidad en una buena parte de mi vida después de lo que pasó.

Saque los documentos sabía que tenía que hacer algo, así que busque a un viejo amigo del barrio y le pedí que cambiará las fotos

— Tengo que fingir que soy esta mujer — le suplique y le pagué con una joya de Tatiana, pues no tenía mucho dinero.

— Jhon te esta buscando como loco, deberías irte de la ciudad, sabes que se vuelve un desquiciado cuando quiere — suspiro mientras tomaba los documentos y empezaba a trabajar en el cambio de identidad.

Suspiré nerviosa, no quería que Jhon me encontrará, además de la promesa que le había hecho a Tatiana.

Después de eso regrese para preparar algunas cosas para la bebé, además de ropa, no me podía quedar en el hospital y menos en esta casa donde podía llegar los maleantes a buscar lo que no había podido terminar.

Era difícil aceptar que desde hoy iba a ser mamá, en algún momento quise serlo pero emocionalmente no estaba preparada, Juliana merecía una mamá cómo Tatiana no una mamá cómo yo, indecisa y sin un rumbo claro de la vida.

Al salir de departamento me encontré con mi peor pesadilla, Jhon.

— Así que estabas dándote la gran vida mientras yo lloraba por ti — me agarró del mentón con fuerza.

— Jhon ya te dije que lo mejor es que dejemos esto aquí, nos hacemos daño y está relación no va para ningún lado — quería alejarme de inmediato.

El me puso en contra de la pared — Ya me enteré de lo que le pasó a tus jefes, lo lamento pero esa es la señal que necesitabas para que regreses conmigo — intento darme un beso a la fuerza y me jalo del brazo.

—¡No voy a volver!— le grite mientras lo miraba con mucha rabia dentro de mi corazón, lo odiaba.

— Tu no me vas a contestas así, eres mía — empezó a darme pequeños golpes en la cien con su dedo índice, diciendo en pocas palabras que yo tenía que meterme esa idea en la cabeza.

— No soy tuya, así que déjame en paz — le di un empujón y salí corriendo, el me siguió.

No saben lo rápido que corrí en ese momento, esperaba que no me alcanzara, pensaba en Juliana sola en el hospital y eso me daba fuerzas para seguir corriendo.

Me subí a un autobús que arrancó de inmediato, solo vi como Jhon me enviaba un beso mientras el autobús seguía su camino, sentía mi corazón salir de mi pecho

No me iba a librar de el, quizás mi amigo te la razón y lo mejor era salir de la ciudad, irme lejos pero no tenía dinero, tenía una bebé y un supuesto esposo en coma.

Cuando llegue al hospital Mauricio tenía cargado a Juliana, me pareció muy tierno, se veía tan fuerte pero a la vez vulnerable con la bebé en sus brazos.

— Mamá quiere que nos llevemos a Patrick a ciudad Capital, sabes que allí va a recibir el mejor tratamiento y tu vas a estar segurá — me explico, la idea era lo mejor para Patrick y quizas para mi.

Tenía miedo y angustia pero acepte, le dije que me iría con ellos, quizás era la única manera de solucionar uno de mis tantos problemas, Jhon y su persecución obsesiva

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