Andrea y Miguel finalmente volvieron a sus asientos.
La sala permaneció en silencio durante un momento, hasta que la jueza habló: —¿Tienen las partes algo más que añadir?
Vicente se puso de pie: —En cuanto a la ruptura emocional, el marido parece tener muchas razones y excusas para demostrar que no ha habido tal ruptura. Ahora quisiera cambiar de enfoque y preguntar algo al marido.
Miguel lo miró con frialdad, mientras Vicente esbozaba una sonrisa confiada.
—Puedes argumentar que vuestra relación no se ha roto, pero ¿cómo puedes demostrar que aún existe amor entre ustedes? O dicho de otra manera, ¿cómo puedes probar que la amas?
Miguel se sorprendió ligeramente: —¿Qué dices?
—Digo, ¿cómo puedes demostrar que amas a tu esposa? ¿Has celebrado alguna vez su cumpleaños?
Miguel apretó los dientes, su expresión se enfrió aún más.
—Cuando ella enfermaba, ¿la cuidaste?
—Cuando estaba triste, ¿le preparaste alguna sorpresa para animarla?
Con cada pregunta, el rostro de Miguel se oscurecía más.