Instantáneamente, las lágrimas brotaron como un río desbordado. Vicente finalmente no pudo contenerse más y también abrazó a Andrea.
La abrazó muy fuerte, como atesorando esta calidez de tiempo limitado.
Mientras de este lado había tanto sentimiento, del otro lado Luciana estaba muy angustiada. Se había arreglado cuidadosamente antes de llegar a la puerta del restaurante donde habían quedado para la reunión de ex compañeros.
Antes de venir, ya le había enviado la dirección a José, pero aún no había recibido respuesta de él.
Al llegar a la puerta del restaurante, Luciana dudó por un buen rato sin atreverse a entrar. Antes de que pudiera prepararse mentalmente, al segundo siguiente la voz de Inna se escuchó detrás de ella.
—Ay, ¿no es Luciana? Llegaste bastante temprano. ¿Cómo es que viniste sola? ¿Tu novio no vino contigo?
Luciana fingió tranquilidad, se dio vuelta y vio a Inna del brazo de un hombre de mediana edad. El hombre tenía calvicie de patrón masculino, una panza cervecera enor