Al día siguiente Katryna bajó las escaleras encontrando en el comedor a Amedea junto a Bastian y más retirado estaba Richard, el cual era su verdadero nombre, con apenas un blue jeans y el torso descubierto, incómoda trató de darse la vuelta y volver a arriba pero fue demasiado tarde, él y Bastian la habían divisado.

- ¿A dónde vas, tía? -preguntó él con evidente sorna.

- ¡Katra! Siéntate, Rich ha cocinado para nosotros.

Si Amy supiera, no la estaría enviando directamente a la orca.

O quizás sí.

En su defensa, antes no había sabido que él era su sobrino, por Dios, eso era monstruoso. Entonces ¿Por qué se sentía igual que aquel día que no lo conocía, aún sabiendo la verdad?

¿Por qué se encontraba en paz cuando estaban cerca?

-Paso, realmente tengo que irme.

Amy la miró interrogante arqueando una ceja hasta que finalmente preguntó con picardía.

- ¿Algún chico del que no me has contado hermanita?

Su tez enrojeció visiblemente y no tuvo que voltear a ver a Rich para saber que él estaba al