- ¿Otra casa? -Le preguntó el viejo calvo con el ceño fruncido.
Pese a su edad Adriano seguía siendo un hombre muy perspicaz y también era temido por su constante ceño fruncido y respetado por su responsabilidad, sabiduría e inteligencia por ello debía andar con cuidado que no descubriera sus verdaderos motivos por los cuales quería huir de la casa de su hermana mayor.
- Sí -respondió ella mediante un susurro-. Aunque sea una muy pequeñita, voy a buscar trabajo como mesera en el bar así que puedo pagar...
No le gustaba nada tener que recurrir a Adriano pero debía hacerlo o las cosas con Wild empeorarían, si no fuera porque se sentía tan a gusto con Amy y Ayden que la hacían sentirse finalmente aceptada estaría huyendo de L'enfer sin mirar atrás.
- ¡¿Es que acaso no te tratan bien en la casa de mi hija?!
Katra jadeó y negó con frenesí.
Podía querer irse de la casa de Amedea pero de ninguna manera sería desagradecida con su hermana cuando ella había sido tan buena.
-Amedea me trata muy