Katra frunció el ceño contrariada.
Ningún hombre se fijaría en ella, lo sabía pero ir a bailar no tenía nada de malo, quizás se divertiría un rato.
Cuando fueron las ocho y media Amy apresuró a Katryna para dejar a Ayden con una hembra cambiaformas y poder ir a bailar, Erika estaba encantada de cuidar al pequeño bebé y con una inmensa sonrisa despidió a Amedea.
Más tarde, el lugar estaba atestado de gente y al momento de entrar todas las miradas se dirigieron a la nueva cara del pueblo.
Katra se sintió completamente intimidada ante el atrevido escrutinio y Amy se dio cuenta de ello, soltando una risita tomó el brazo de su hermana y se encaminó hasta la mesa de una pareja, el hombre era aterradoramente serio pero sumamente guapo y la mujer era encantadora y adorable, polos opuestos.
— ¡Angie, Hola! Damien.
—Hola Amy —dijeron al unísono.
—Esta es Katryna, mi hermanita.
La sonrisa de Ángela se extendió mientras que Damien la miraba sin ninguna emoción, el chico era verdaderamente aterrad