A continuación ella giró su cara para mirarlo y se encontró con sus ojos azules iguales a los de su padre inundado por las lágrimas no tenía corazón como para rechazarlo, era su bebé.
El niño que siempre había querido.
Se lo quitó de los brazos a Ángela arrullándolo en sus brazos, un dedo se deslizó por toda su mejilla redondeada y mágicamente dejó de llorar como si lo que tanto había anhelado era sentir el calor de su madre.
-Tú sabías todos estoy Ángela ¿No es así?
-Tabbee yo... Mamá me lo contó antes, no sabía cómo decirlo.
-Necesito que me dejen a solas con mi hijo.
Los tres asintieron pero ella no pudo verlos, desde que había puesto los ojos en su hijo no había podido apartarlos, era precioso y tan parecido a su padre que la dejaba sin aliento.
Nuevamente la puerta se abrió irritándola.
-Dije que quería estar a solas con mi hijo.
Pero la persona frente a ella no habló por lo que Tabbitha alzó la mirada para encontrarse con él.
Se heló en su lugar y protegió a su bebé con sus braz