Pov Amaya
Solo estoy dando vueltas en la habitación porque no tengo nada más que hacer.
Patrick, desde la otra vez, no regresó y agradezco a quien sea que no haya regresado más.
Me dolía saber que fui tan estúpida para enamorarme de alguien así.
Han pasado ya tres semanas y en ninguna de estas veces ese dolor tan abrasador volvió a golpearme.
Siento que en mucho tiempo respiro tranquilidad, así sea en este encierro, pero tengo la certeza de que saldré.
En una mañana, veo que viene Cleo, se ve algo asustada y ansiosa. Solo la observo, mirando como deja apresuradamente la bandeja y se retira.
Pero olvidó algo, cerrar la puerta con seguro.
Siento que un ápice de esperanza brilla para mí, me siento y como lo más rápido que puedo.
Decido acercarme a la puerta y mientras tomo el pomo, siento un nudo en el pecho por los nervios.
Quiero salir, sé que no es el momento de escapar, pero al menos deseo salir de aquí y conocer alguna ruta de escape.
Los nervios me están jugando sucio y