Capítulo 15.
-Aunque, pensándolo bien, necesito más. ¿Sabes cuánto cuesta conseguir buen alcohol?
El lobo volvió a parpadear.
-Tienes once años.
Yo asentí ausentemente. Quizá podría hablar con los lobos mercaderes que visitaban la manada una vez al mes y preguntarles al respecto...
-Once. Años.
... eso me da unos diez días para conseguir mi dinero. Podría pedirle al tío Gail que me llevara a mi manada en un viaje corto
-¿Me estás escuchando?- Preguntó divertido.
Su tono me hizo mirarlo. Era extraño que estuviera otra cosa que no fuera... serio.
-Si, te escuché. Tienes razón, no creo que tomen en cuenta a una niña tan pequeña para comerciar. - Dije pensando a toda velocidad. - Pero podrían venderle alcohol a la hija de los Supremos, ¿No?
-Ese no es el punto. - Gruñó el lobo blanco.
-Es totalmente el punto. ¿De dónde voy a sacar buen alcohol sino? Mejor deja de gruñirme y dime si dos bolsas de oro son suficientes para comprar del buen alcohol... porque tengo otras dos bolsas má