Capítulo 12.
-¿Estará bien? ¿Normalmente duerme tanto?
-A veces duerme mucho.- Respondió Silvie. - No te preocupes. Ahora ¡Cuéntanos todo, Teodore!
Gemí cuando las voces para nada bajas de mi familia me sacaron del sueño profundo.
Me había desvelado leyendo sobre plantas venenosas que no conocía y cuyos efectos me resultaron de lo más fascinantes. Solo dejé de leer cuando terminé el libro y para ese momento la luz del sol ya se filtraba por debajo de la puerta.
-No sé qué sea "todo". Tendrás que ser más específica.
-¿Es cierto que en la manada Fenix crían osos?- Preguntó mi hermano.
-¿Qué tontería es esa?- Resopló mi primo. - Están prácticamente pegados al océano. No existen osos comiendo cocos sobre la arena.
Abrí los ojos y me encontré a todos mis primos y hermanos esparcidos por mi cama.
Tuve que parpadear un par de veces porque Teodore parecía diferente.
-Te dejaste crecer el pelo. - Dije lentamente.
Él giró la cabeza hacia mí e hizo una mueca.
-Mariana insistió en que me