Capítulo 26: La debilidad.
—¡Artem! — gritó Génesis al ver caer al Alfa frente a ella.
Corriendo hacia él, la loba blanca vio que aquel disparo había impactado en su hombro.
Mirando a Génesis llorando, Niccolo retrocedió dos pasos. Sus ojos regresaron a la normalidad, y una expresión de horror se dibujó en su rostro. ¿Qué había hecho? Había estado a punto de asesinar a su prometida. Arrodillándose, sintió como su cabeza le dolió al punto de sentir que le iba a estallar, y arrojando su arma lejos de él, miró a Génesis. Jamás querría hacerle daño.
Una manada de lobos negros llegó junto a varios de los hombres de Artem y el Beta Lowell corrió a ayudar a su Alfa. Mirando de soslayo al humano que yacía arrodillado en el suelo, silbo y los esbirros rodearon a Niccolo, gruñéndole con la intención de atacar.
—Yo no quise…Génesis…yo…lo lamento. — musitó el cazador.
Agarrando su cabeza con ambas manos, Niccolo abrió los ojos con gravedad, la sangre de aquel Alfa seguía derramándose. Artem había perdido el conocimiento.
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