A la mañana siguiente Feray entró gritando a la habitación, despertando a Lyon y a Aysel, ella muchas mañanas había extrañado los gritos de la cachorra.

—Es hora de levantarse, Lara ya tiene listo el desayuno —grito Feray al tiempo que saltaba en la cama.

Lyon gruño, para él aún era muy pronto para volver a su vida cotidiana, quería quedarse más tiempo con Aysel en la cama sin interrupciones.

—Cariño baja y dile a Lara que en un rato bajamos si —habló con dulzura Aysel a Feray que bajo de la cama y salió corriendo.

—Si hermanita…

—Hay que enseñarle que debe tocar la puerta —dijo Lyon poniendo su brazo sobre la cintura de Aysel impidiendo que pudiera levantarse.

—Yo hablaré con ella —respondió Aysel gozando los labios de Lyon sobre su cuello —amor ahora no, todos nos esperan…

—Pues que esperen, yo quiero estar contigo —al terminar de hablar, tomo sus labios, se había dado cuenta que era una buena manera de distraerla, para que no siguiera con sus protestas —si dices algo de levantarse,