Lyon ansiaba recostarse junto a Aysel, así que subió corriendo las escaleras, abrió la puerta de su habitación, pero se llevó la sorpresa que ahí no estaba ella, aún estaban las pertenencias de Radolf y sobre todo su olor.
Iba a preguntarle por medio del enlace donde estaba, pero no fue necesario, pronto escuchó su voz afligida, solo tuvo que dar dos pasos atrás y abrió la puerta de la habitación que había sido de ella cuando llegó a vivir a la casa.
Al entrar lo único que pudo sentir a Aysel sufriendo, al ver a la cama, ella tenía el rostro levantado, sus mejillas tenían surcos de lágrimas y sus ojos verdes sufrían.
No aguanto más, en un segundo paso por un lado de Tara que lo miraba con miedo, no tomando importancia en ese momento, llegó hasta la cama, rodeo el cuerpo de su compañera con sus brazos, beso la parte superior de su cabeza.
Aysel al percatarse de él, por instinto rodó su cintura con sus brazos.
—Yo me retiro para que descansen —Tara pretendía dar media vuelta y salir d