Dallán trataba de cumplir todos los antojos de Diane, si no lo hacía la jovén Ferreti se ponía sentimental y lloraba en sollozos, lo que ponía en aprietos al CEO
— Princesa, no creo que sea buena idea comer costillitas picantes, puede hacerte daño y a los bebés
— Dallán, cuando salga de este hospital iré yo misma por mis antojos, a todo le pones un pero, todo te parece peligroso, se lo pediré a Alessandro — Diane sacó su celular de su bolso y llamó a su hermano
— Diane, ¿Qué sucede? ¿Te duele algo? ?Los bebés están bien?
— Si, estamos bien, pero... tengo antojo de costillitas picantes y Dallán no quiere traerme, ¿Podrías tú pasar por una órden?
— Si puedo, pero no quiero ser imprudente y que te haga daño, tienes que cuidarte mucho Diane.
— Alessandro, yo me haré cargo, tu hermana me va a volver loco — Dallán grito un poco para ser escuchado.
Alessandro dijo a su hermana que no fuera tan caprichosa y que no torturara tanto a Dallán, después cortó la llamada, él iba a