Capitulo 92

Durante el resto del día, Anne se mostró muy atenta a las necesidades de Ciro: le llevaba comida, jugos y agua, y de vez en cuando se quedaba en la habitación solo para proporcionarle compañía, aunque no hablaran mucho. Ciro, naturalmente, lo agradecía, la sentía cerca como hacía mucho tiempo no la sentía, pero había en él un perturbador presentimiento que lo inquietaba. Seguía sin entender por qué Brahim no le había tocado un solo cabello. Quizás era una duda absurda de resolver, pero hasta no entender qué había hecho que su hermano cambiara de parecer no estaría tranquilo. Mientras tanto, se mantendría alerta, sucumbido en lo que le parecía ser la calma antes de la tormenta.

El doctor Lamberti le había recetado descanso y unas aspirinas porque, a pesar de que el golpe en la cabeza no había sido muy severo, no significaba q

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