Amber

El sol de la mañana entraba por las rendijas de la cortina mientras observaba la mirada curiosa de Tomaso sobre Bella. Mi corazón se aceleró al notar cómo sus ojos estudiaban cada detalle del rostro de mi hija.

"Creo que es mejor continuar esta conversación en un lugar más... reservado," interrumpió Nonna Rosa mis pensamientos, lanzando una mirada significativa a Bella, que permanecía allí; los ojos brillando de curiosidad infantil.

Me agaché hasta quedar a su altura, ajustando el lazo en su cabello con delicadeza. "Querida, ¿qué tal ir a jugar un poco?"

"Pero yo quiero ver al tío Léo," protestó, haciendo ese puchero que siempre derretía mi corazón. "Él necesita mis cuidados especiales."

"Está durmiendo ahora, mi amor. Más tarde podrás verlo; lo prometo." Apenas terminé de hablar cuando Aretah apareció, como si hubiera sido convocada silenciosamente, extendiendo la mano hacia Bella.

"Vamos, pequeña. Preparé una sorpresa para ti y Louis."

Bella dudó por un momento; sus ojos curio