92. Evaluación médica
92. Evaluación médica
Leonardo
El aroma de café fresco me sacó del letargo de la fiebre, pero fue el toque suave de Amber en mi mano lo que realmente me despertó. Abrí los ojos despacio, aún luchando contra el dolor pulsante en el hombro y la debilidad que me mantenía pegado a la cama.
"Perdona, no quería despertarte," murmuró; su voz dulce, pero cargada de preocupación.
"No hay problema," respondí, entrelazando nuestros dedos. El simple contacto me traía algo de consuelo, incluso mientras mi cuerpo protestaba con cada respiración más profunda.
Amber señaló la bandeja al lado de la cama. "Te traje el desayuno. ¿Cómo te sientes?"
Desvié la mirada hacia la comida, pero solo ver la sopa y el pan ya me provocaba náuseas. Intenté sonreír. "Estoy bien."
Entrecerró los ojos, estudiándome con esa expresión que conocía bien. "Deja de mentirme, Leo."
Suspiré, derrotado. "Duele como el demonio, pero pronto pasa."
No respondió de inmediato, pero levantó la mano, posándola en mi frente. Su piel er