Leonardo

"Entiendo su interés, Vancelos," mantuve mi voz casual, observando a Amber inclinarse levemente hacia adelante en su silla. "Pero necesito evaluar si puedo encajar su proyecto en nuestro portafolio. Acabamos de cerrar una expansión mundial significativa."

"Martinucci," prácticamente escupió mi nombre, "sabes muy bien el potencial de mi proyecto."

"Potencial no es garantía," giré mi pluma entre los dedos. "Cuál sería su inversión inicial?"

Amber mordió su labio, una arruga de concentración surgiendo entre sus cejas. Era la misma expresión que hacía durante nuestras reuniones estratégicas.

"Treinta millones," respondió Vancelos. "Como la última vez."

"La inflación subió un 12% desde entonces," murmuró Amber, casi para sí misma, como si fuera una información que no sabía de dónde había sacado.

Sonreí, orgulloso. "Exacto. Treinta millones no compran hoy lo que compraban hace tres años." Sus ojos me estudiaban, y mi deseo por la pelirroja solo aumentaba.

"¿Qué sugiere?" la irritac