24. Señor Wong
Leonardo
El sonido suave del ascensor subiendo hace que mi corazón se acelere ligeramente. Ajusto la corbata de seda italiana y verifico el reflejo en el metal pulido de las puertas: impecable, como siempre. Magnus está posicionado estratégicamente unos pasos atrás, una presencia silenciosa.
Las puertas se abren y doy un paso adelante, exhibiendo mi mejor sonrisa empresarial. "Señor Wong, sea muy bienvenido a MGroup." Extiendo la mano para saludarlo.
El empresario chino sonríe en respuesta, sus ojos perspicaces evaluando cada detalle. "Señor Martinucci, es siempre un placer." Su apretón de manos es firme, calculado.
"Por favor, sígame hasta nuestra sala de reuniones." Hago un gesto amplio hacia el pasillo, donde Layla ya está posicionada para guiarnos.
La sala de reuniones está impecable: la temperatura perfectamente ajustada, agua mineral importada de Suiza en las copas de cristal, carpetas organizadas en cada asiento. Layla coloca discretamente la carpeta que Hobbins envió frente a